Seguro de vida vs. seguro de decesos: diferencias clave que debes conocer

¿Alguna vez te has preguntado cuáles son las diferencias entre seguro de vida y seguro de decesos? Es común que muchas personas confundan este tipo de seguros, ya que a simple vista parecen lo mismo debido a que ambos están relacionados con el fallecimiento de una persona. Sin embargo, lo cierto es que estos seguros tienen objetivos, coberturas y beneficios distintos.

Para evitar confusiones y que tengas muy claro qué tipo de seguro puede ser el mejor para ti, aquí te vamos a explicar las diferencias entre seguro de vida y seguro de decesos. Así vas a poder elegir el que se adapta mejor a tus necesidades, o si lo prefieres, saber como combinar ambos para ofrecerle a tu familia una protección más completa

¿Qué cubre un seguro de decesos?

El seguro de decesos está diseñado para cubrir los gastos y trámites relacionados al fallecimiento del asegurado. Es decir, este seguro tiene el objetivo principal de ayudar a la familia a aliviar las cargas económicas y administrativas que conlleva un deceso.

¿Por qué puede ser útil tener este seguro? Porque cuando una persona muere, su familia se enfrenta de inmediato a un montón de decisiones, gestiones administrativas, llamadas, papeleos y gastos que no son precisamente económicos. Y a todo esto se le suma el dolor emocional por el que están pasando.

Vamos a ver qué cubre un seguro de decesos para que tengas más claro cómo puede ayudar a tu familia:

  • Servicio funerario completo: cobertura que abarca desde el ataúd, sudario, acondicionamiento del fallecido, tanatorio, servicio civil o religioso e incluso el coche fúnebre.
  • Elección del tipo de servicio funerario: inhumación (enterramiento en sepultura o nicho), inhumación sin nicho (cuando ya se tiene un nicho o sepultura) o incineración (cremación).
  • Trámites administrativos: todos los trámites que estén relacionados con el sepelio, como la obtención del certificado de defunción y los permisos necesarios, consiguiendo liberar a la familia de estas gestiones durante un momento difícil.
  • Cobertura de gastos extraordinarios relacionados a la muerte, como la intervención de un médico forense en caso de que sea necesario.
  • Asistencia legal telefónica para consultas sobre el testamento, las últimas voluntades y otros asuntos legales relacionados.
  • Traslados nacionales e internacionales del cuerpo en caso de que el fallecimiento se produzca lejos del domicilio habitual.
  • Asistencia en viaje para el asegurado y acompañantes, incluyendo menores, en caso de un accidente o urgencia médica repentina durante un viaje, aunque no incluye indemnización por hospitalización.

Es decir, un seguro de decesos está diseñado para evitar que la familia tenga que asumir los costes económicos y las gestiones administrativas del funeral, dándoles tranquilidad y apoyo durante un momento emocionalmente complicado.

Seguro de vida vs. seguro de decesos: diferencias clave que debes conocer

¿Qué cubre un seguro de vida?

Un seguro de vida es una herramienta financiera que tiene el objetivo principal de proteger económicamente a tus seres queridos en caso de que fallezcas o sufras de una incapacidad permanente absoluta. Es decir, actúa como una especie de red de seguridad financiera para tus seres queridos.

Al contratar este seguro, acuerdas con la aseguradora el pago de una prima (mensual, trimestral, semestral o anual), y a cambio, tus beneficiarios recibirán indemnización económica previamente establecida en la póliza si ocurre alguno de estos eventos.

Ahora vamos a profundizar un poco en qué cubre un seguro de vida:

  • Invalidez total o permanente: brinda apoyo económico en caso de que el asegurado quede incapacitado y no pueda trabajar.
  • Enfermedad terminal o enfermedades graves: se cubre con pagos anticipados para ayudar a afrontar los tratamientos o la pérdida de ingresos.
  • Gastos funerarios: se cubren los costos del funeral, entierro o cremación.
  • Asistencias médicas adicionales: pueden ser consultas a domicilio, traslados en ambulancia o apoyo psicológico.
  • Indemnizaciones escolares o apoyo para la educación de los beneficiarios.
  • Protección para el patrimonio familiar y pago de deudas pendientes o gastos de vida cotidiana.

La cobertura de un seguro de vida puede variar dependiendo de la póliza y de la aseguradora, por lo que siempre es importante revisar muy bien las condiciones del contrato. Así podrás asegurarte de que cubre todas las necesidades deseadas.

Diferencias entre seguro de vida y seguro de decesos

A pesar de que ambos son productos que están relacionados con el fallecimiento, siendo este el motivo principal por el que muchas personas los confunden, lo cierto es que su funcionamiento, su propósito y su cobertura son diferentes.

Aspecto Seguro de vida Seguro de decesos
Objetivo principal Compensación económica a los beneficiarios tras el fallecimiento o en caso de incapacidad permanente. Protege financieramente a la familia. Cubre gastos y servicios funerarios (ataúd, tanatorio, traslado) y gestiones administrativas del sepelio. Libera a la familia de trámites y costes inmediatos.
Beneficiarios Personas designadas por el tomador, que reciben una indemnización económica. La compañía presta directamente los servicios contratados a la familia del fallecido; no hay entrega de dinero.
Tipo de cobertura y prestación Importe de la indemnización elegido por el tomador, destinado a necesidades económicas diversas: deudas, gastos diarios, educación, etc. Cobertura limitada a los servicios funerarios y trámites asociados según la póliza y servicios contratados.
Modalidades de contratación Variantes: seguros temporales, de vida entera o mixtos, adaptados a duración y objetivos del asegurado. Modalidades según la prima: natural, nivelada o mixta, y servicios adicionales (traslados, asistencia legal, etc.).
Edad y estado de salud Prima calculada en función de edad, historial médico y hábitos del asegurado; suele requerir cuestionario o examen médico. Se considera la edad, pero a menudo no exige exámenes médicos; las primas pueden ser más sencillas y con menos restricciones sanitarias.

¿Puedes contratar un seguro de vida y un seguro de decesos al mismo tiempo?

¡Por supuesto! De hecho, muchas personas tienen ambos seguros debido a que no son excluyentes, sino complementarios. Por ejemplo, si tienes un seguro de decesos y un seguro de vida, en caso de que fallezcas de forma inesperada, tu familia no tiene que encargarse de los trámites ni pagar el funeral, porque esto lo cubre el seguro de decesos. Y además, recibirá una indemnización económica del seguro de vida para poder seguir adelante sin tener complicaciones financieras.

¿Cuál deberías contratar?

Ya conoces las diferencias entre un seguro de vida y un seguro de decesos, pero es posible que aún no tengas muy claro cuál deberías de contratar. Bueno, la elección entre un seguro de vida y un seguro de decesos depende de tus necesidades y las de tu familia:

  • Si tu principal preocupación es asegurar el bienestar económico de tus seres queridos en caso de tu fallecimiento o incapacidad, un seguro de vida es la opción adecuada.
  • Si deseas aliviar a tu familia de los gastos y gestiones asociados a tu fallecimiento, garantizando que todo esté organizado y cubierto, un seguro de decesos es la elección correcta.

Entender las diferencias entre seguro de vida y seguro de decesos es fundamental para tomar decisiones informadas que protejan a tus seres queridos en momentos difíciles. Si tienes dudas o necesitas asesoramiento con la contratación de tu seguro, en Asegura estamos aquí para ayudarte. Solicita hoy mismo una llamada y nos pondremos en contacto contigo para ofrecerte la solución que más se ajuste a tus necesidades.

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