Seguro de Salud
Tu bienestar y el de tu familia, siempre protegidos
Un Seguro de Salud es la mejor forma de garantizar el acceso a servicios médicos de calidad, evitar gastos imprevistos y cuidar de quienes más quieres.
Evita sorpresas médicas y protege la salud de tu familia
¿Por qué es tan importante contar con un seguro de salud?
¿Te has preguntado si estás preparado para afrontar una emergencia médica familiar? Con un seguro de salud tendrás la posibilidad de acceder a una amplia red de profesionales y centros médicos, disfrutando de la posibilidad de elegir el plan que mejor se adapte a tus necesidades específicas y al estilo de vida de tu familia.
Las situaciones médicas suelen ser imprevistas e inmediatamente generan una gran carga económica y emocional. Los seguros de salud proporcionan una buena cobertura en estas situaciones imprevistas, permitiéndote enfocarte en tu recuperación o la de tu ser querido sin tener preocupaciones financieras.
Protege tu salud y la de tus seres queridos. No dejes que los imprevistos médicos se conviertan en una preocupación económica.
Conoce las principales coberturas que ofrece nuestro Seguro de Salud
Atención médica primaria y especializada
Consultas médicas generales y especialistas para diagnóstico y seguimiento de tu salud.
Hospitalización y cirugías
Cobertura de gastos por internamientos, intervenciones quirúrgicas y cuidados postoperatorios.
Urgencias y emergencias
Atención inmediata en situaciones críticas, incluyendo traslados en ambulancia si es necesario.
Pruebas diagnósticas y laboratorio
Acceso a análisis clínicos, estudios de imagen y otros exámenes complementarios.
Maternidad y cuidado prenatal
Seguimiento del embarazo, parto y atención al recién nacido.
Salud mental
Consultas psicológicas y psiquiátricas para el bienestar emocional.
Reembolso de gastos médicos
Posibilidad de recuperar parte de los gastos realizados en farmacias, ópticas y otros servicios de salud.
Salud bucal
Consultas en clínicas dentales especializadas para atención de urgencias, consultas, pruebas diagnósticas, limpiezas bucales y más.
Tu salud no espera, y tu tranquilidad tampoco: Contrata un seguro médico hoy mismo
Tomar la decisión de proteger tu bienestar con un seguro médico es una inversión inteligente, no solo en tu salud física, sino también en tu estabilidad económica y emocional. Cuanto antes lo contrates, más protegido estarás frente a cualquier imprevisto.
- Ahorro en gastos médicos imprevistos: el seguro cubre tratamientos y hospitalizaciones que, sin él, podrían afectar seriamente tu economía.
- Atención médica sin esperas: evita listas de espera y accede más rápido a médicos y especialistas de calidad.
- Cobertura para enfermedades y hospitalizaciones: te protege ante problemas de salud graves, cirugías y estancias en el hospital.
- Tranquilidad para ti y tu familia: tener un seguro te da seguridad todos los días, en emergencias o para cuidar tu salud.
- Prevención y servicios adicionales: incluye revisiones, consultas online y ayuda médica desde casa, para detectar problemas a tiempo.
Aspectos extra a tener en cuenta al contratar un seguro de salud

Periodos de carencia
Confirma que no tendrás tiempo de espera desde la contratación para poder acceder a algunos servicios
Red de proveedores
Verifica que el seguro cuente con una amplia red de médicos y centros de salud cercanos a tu ubicación
Copago
Hay pólizas que tienen un copago, otras reembolso y otras directamente no tienen copago, sin costes extra
Cobertura internacional
Si viajas con frecuencia, considera una póliza que te brinde protección fuera del país
Flexibilidad y personalización
Elige un plan que puedas ajustar según cambien tus necesidades o las de tu familiaPreguntas Frecuentes
Los seguros de salud se adaptan a distintas necesidades y presupuestos, por eso existen varias pólizas que puedes contratar:
- Seguro de salud con cuadro médico: Este tipo de póliza te da acceso a una red concertada de médicos, clínicas y hospitales seleccionados por la aseguradora. Puedes acudir a cualquier centro de esa red sin pagar (o con un pequeño copago) y sin necesidad de autorizaciones complejas.
- Seguro de reembolso de gastos médicos: Este seguro te permite acudir al médico o centro que tú elijas, esté o no dentro del cuadro médico de la aseguradora. Tú pagas la consulta o tratamiento, y luego la compañía te reembolsa un porcentaje (habitualmente entre el 80% y el 100%).
- Seguro de salud mixto (cuadro médico + reembolso): Combina lo mejor de los dos anteriores: puedes acudir al cuadro médico sin coste adicional, pero también tienes la opción de ir a profesionales fuera de esa red y recibir el reembolso parcial de lo que pagues.
- Seguro de salud de hospitalización: Este tipo de seguro cubre los gastos derivados de una hospitalización, como ingreso por enfermedad, cirugía o accidente. No suele incluir consultas médicas o pruebas diagnósticas, sólo intervenciones que requieren ingreso.
- Seguro dental: Aunque a veces está incluido dentro del seguro de salud, también puede contratarse por separado. Cubre tratamientos dentales como limpiezas, empastes, extracciones, ortodoncia, etc. Puede funcionar con cuadro médico, copagos o reembolso, igual que los seguros médicos generales.
La cobertura varía según la póliza, pero normalmente incluye consultas médicas, hospitalización, cirugías, emergencias, análisis y medicamentos. Sin embargo, hay exclusiones frecuentes como enfermedades preexistentes, tratamientos estéticos, o ciertos medicamentos. Es importante revisar las condiciones específicas de cada plan para conocer tanto las coberturas como las exclusiones.
- Deducible: Es la cantidad fija que el asegurado debe pagar cada año antes de que la aseguradora comience a cubrir los gastos médicos.
- Copago: Es una tarifa fija que se paga por ciertos servicios médicos, como consultas o medicamentos.
- Coaseguro: Es el porcentaje de los gastos médicos que el asegurado debe pagar después de alcanzar el deducible; la aseguradora cubre el resto.
Las enfermedades preexistentes son aquellas diagnosticadas antes de contratar el seguro. Cada aseguradora define sus propias reglas, pero en general pueden excluirse de la cobertura o implicar primas más altas. Es fundamental declarar cualquier condición preexistente al contratar para evitar problemas futuros.
El periodo de carencia es el tiempo que debe transcurrir desde la contratación del seguro hasta que ciertas coberturas específicas entren en vigor. Este periodo varía según la aseguradora y el tipo de servicio, y puede ir desde 30 días hasta 24 meses para algunos tratamientos o procedimientos especiales.
Depende de la aseguradora y la póliza. Algunas pueden rechazar la solicitud, imponer periodos de carencia o cobrar una prima más alta por condiciones preexistentes. Es obligatorio declarar cualquier enfermedad al momento de contratar para evitar la cancelación de la póliza o la negación de cobertura en el futuro.